La sospecha temprana, diagnóstico oportuno y atención adecuada son clave, remarcan desde la Agencia provincial de Control del Cáncer.

En el marco de la conmemoración el 15 de febrero del Día Mundial del Cáncer Infantil, la Subsecretaría de Salud Pública recuerda la importancia del diagnóstico temprano y los tratamientos precisos y oportunos para aumentar las posibilidades de cura en pacientes con este tipo de tumores, que afectan en nuestra provincia a unos 100 niños al año.

En Santa Fe se diagnostican 102 casos nuevos al año, según señala el Registro Oncopediátrico Hospitalario Argentino (ROHA), un registro nacional con datos exclusivamente de pediatría que permite tener datos de incidencia y seguimiento de este tipo de tumores infantiles. Entre los más frecuentes se encuentran las leucemias, los tumores del Sistema Nervioso Central y linfomas.

A su vez, los datos en nuestra provincia señalan que más del 70 % de los casos se curan. Una tasa de mortalidad que varía en el mundo según las diferencias de ingresos de cada país, tal como señala la Organización Mundial de la Salud. En países de ingresos altos más del 80% de los cánceres infantiles se curan y en países de menores ingresos el índice desciende al 20%.

En nuestra provincia alrededor del 70 por ciento de los casos de cáncer infantil se curan, aunque varía según el tipo de enfermedad. Esto se basa en el trabajo con nuevos tratamientos, enfoques de abordaje, trabajo en equipo, soporte y detección precoz.

Por eso se trabaja en la promoción y difusión de actividades destinadas a equipos de salud para fortalecer el diagnóstico oportuno. La sospecha temprana de cáncer infantil ante signos o síntomas inespecíficos que se prolonguen en el tiempo es clave.

El diagnóstico precoz es central y consta de tres instancias: sospecha temprana, diagnóstico oportuno y tratamiento adecuado. Desde el Ministerio de Salud se trabaja en esos tres ejes, además de la proyección y estratificación de los efectores de salud para brindar la mejor calidad de atención a pacientes pediátricos para garantizar el acceso a la salud de cáncer infantil, una de las principales causas de mortalidad de niños y adolescentes en todo el mundo.