Durante la semana, personal del departamento Tránsito realizó diversos operativos de control vehicular en diferentes puntos de la ciudad, con el objetivo de concientizar, prevenir y sancionar, buscando mejorar el tránsito en Casilda. Además, en la madrugada del domingo se llevaron a cabo controles de alcoholemia en la zona céntrica de la ciudad.

En los operativos de control vehicular sorpresivos que se llevaron a cabo entre el lunes 11 de julio hasta este domingo 18 de julio, se controlaron 495 (cuatrocientos noventa y cinco) vehículos, entre autos, y motos, se labraron 58 (cincuenta y ocho) actas de infracción y se secuestraron 23 (veintitrés) vehículos, de los cuales 17 (diecisiete) son motocicletas, y 6 (seis) son automóviles. Las causas de los secuestros son escapes adulterados, conducción de menores de edad, conducción sin casco, y vehículos sin patente y sin documentación.

Por otra parte, en la madrugada del domingo 17 de julio, se llevaron a cabo controles de alcoholemia en la zona céntrica de la ciudad, utilizando los dos alcoholímetros del Municipio, detectando que un 20% de los controlados arrojaron resultados positivos de presencia de alcohol en sangre.

Se realizaron 54 (cincuenta y cuatro) controles, 11 (once) de los cuales arrojó un resultado positivo, rondando los valores entre 0.84 y 2.99. Se labraron 16 actas de infracción y se secuestró un automóvil.

Los controles contaron con la participación de inspectores de Tránsito y de personal de la Unidad Regional IV.

Es de destacar que el límite de alcohol en sangre sancionable para automovilistas es de 0.50, para los motociclistas es de 0.20, mientras que para el transporte público de pasajeros, sean colectivos o taxis, es de 0.

La intención de la Municipalidad de Casilda con estos controles es cuidar el bien más preciado de sus ciudadanos, que es la vida, tanto de los que se conducen en vehículos como también de los peatones que puedan ser víctimas de conductores alcoholizados. El no dejar seguir a conductores alcoholizados previene siniestros y sus consecuencias.

El llevar adelante estos controles es una política de estado que continuará en el tiempo, siempre pensando en la seguridad de la ciudad, en la seguridad de su gente y en CUIDAR LA VIDA.