Una flor para las tumbas sin nombre

La Secretaría de Educación y Cultura de la Municipalidad de Casilda invita a la población a la proyección de la película “Una flor para las tumbas sin nombre” sobre hechos reales ocurridos en Melincué en épocas de la dictadura militar. El largometraje documental será exhibido el jueves 16 de marzo, a las 19:30 horas, en Teatro Dante.
Organizado por la Dirección de la EESO Nº 417 “Colonia Candelaria” y auspiciado por la Secretaría de Educación y Cultura de la Municipalidad de Casilda, el próximo jueves 16 de marzo, a las 19:30 horas, en Teatro Dante, se proyectará la película “Una flor para las tumbas sin nombre”, dirigida por Daniel Hechim y la producción de María Eugenia Bertone.

En la previa, a las 18 horas, en “La Cita libros”, España y Buenos Aires, se realizará un café compartido con el director del film, la productora, y con Eric Dormegue, hermano de Yves Domergue desaparecido durante la dictadura militar y enterrado como NN en Melincué, caso que dio inicio a la película.

La entrada para ambas actividades es libre y gratuita.

 

La película:

En una localidad del interior del país, más precisamente en Melincué, al sur de la provincia de Santa Fe, tirados en un campo, en 1976,  se encontraron dos jóvenes ejecutados a balazos que fueron  enterrados como NN.

Melincué era una pujante Villa Turística que por esa época también sufre inundaciones que durarán 30 años. Conviviendo con este drama, los pobladores preservarán la memoria de los jóvenes y buscarán conocer su
identidad.

Pocos son los indicios con que se cuentan: el saco del joven, que se descubre que fue confeccionado en una localidad cercana; las fotos del expediente de los jóvenes muertos, que se publican en los diarios nacionales y locales pero que nadie llama reconociéndolos; unas huellas dactilares, que el Registro Nacional de personas no identifica.

Los distintos habitantes, gente común de Melincué, son los protagonistas de esta historia: la hija de un chacarero que encuentra los cuerpos muertos, un empleado judicial que protege y conserva obsesivamente el expediente, dos amas de casa que llevan siempre flores a las tumbas sin nombre, un sepulturero que ubica las fosas  luego que el cementerio quedó bajo agua,  una docente y sus alumnos de secundaria que llevan adelante un trabajo de investigación sobre derechos humanos.

Entre todos, durante más de 30 años, en una cadena de pequeñas acciones solidarias, mantuvieron viva la memoria de estos jóvenes asesinados por la dictadura y les posibilitaron devolverle la identidad.

Desde la Secretaría de Educación y Cultura de la Municipalidad de Casilda se invita al público en general a asistir.